La nueva película de Bernard Martino en el jardín de infancia de Budapest

Miriam Rasse

Después de treinta años filmando en el Instituto Pikler de Budapest –al principio para hacer la película "El bebé es una persona" en 1983, después para "El bebé es un combate" en 1994 y "Lóczy, un hogar para crecer " en 2000- Bernard Martino se ha convertido en un asiduo del lugar.

 

En 2009 Bernard Martino empieza a filmar el jardín de infancia creado en 2006 y los grupos de padres e hijos establecidos unos años antes, deseoso de empezar de nuevo a archivar las imágenes, en caso de que el instituto se viera obligado a cerrar sus puertas, pero también movido por la curiosidad de entender cómo se efectúa la transposición del saber acumulado y cómo funciona el jardín de infancia que él ya ve que se distingue de todos los demás.

 

Cuando, en abril del 2011, el orfanato Lóczy cierra definitivamente, la amenaza sobre la supervivencia del jardín de infancia aumenta. Entonces se lanza una recolecta de fondos urgente para realizar el rodaje del máximo de secuencias. Numerosas personas y asociaciones nacionales responden y gracias a ello se graban varias decenas de horas de rodaje.

 

Gracias a la movilización de los padres y la increíble energía desplegada por el equipo del Instituto, el jardín de infancia se ha salvado y el conocimiento acumulado durante décadas se ha preservado. Como el futuro del jardín de infancia aún permanece incierto y en situación precaria, Bernard Martino, convencido como siempre del poder de la imagen para promover ideas y favorecer la toma de conciencia, se moviliza para lanzar el proyecto de una nueva película. Una película a la vez analítica y "militante" para, al mismo tiempo, ayudar a preservar este lugar y dar a conocer y reconocer la calidad del trabajo que se realiza en el contexto de un jardín de infancia con un futuro esperanzador, ciertamente diferente al orfanato, pero en el que no era cuestión de renunciar a ningún aspecto esencial de la filosofía pikleriana.

 

Con la finalidad de dar a este proyecto una envergadura de escala internacional, la nueva asociación internacional se plantea ser la productora del mismo. Pero en plena fase de creación, esta asociación renuncia y confía provisionalmentela carga administrativa y financiera a la asociación francesa.

 

Esta película está en proceso de finalización, con un título inspirado en una frase de Anna Tardos: "Somos una escuela de civilización" ya que con esta película se pretende llamar la atención sobre los retos plantados por la acogida y la educación en la primera infancia.

 

En efecto, más allá del tacto delicado, atento, respetuoso que las cuidadoras del orfanato fueron capaces de practicar en él y transmitir a sus nuevas colegas, esta película manifiesta una sabiduría que nos enseña lo que podría ser y lo que debería ser la educación de un niño pequeño en cualquier parte y cómo debería ser siempre la relación del adulto con el niño.

 

 

La realización de esta película ha llevado a Bernard Martino a revisar los principios fundamentales de Emmi Pikler, porque para ella, nos dice él, "Nunca ha habido niños abandonados por un lado y niños en familia por el otro, los bebés y los más mayores, sino que siempre ha habido, independientemente de su edad, sus circunstancias y su entorno, niños cuyas necesidades específicas hay que reconocer y satisfacer individualmente”. El mérito incontestable de esta película es que estos principios fundamentales son notablemente vueltos a enunciar por Bernard Martino, a los que da sentido y traduce en imágenes conmovedoras.

 

En este encuentro con los niños y los adultos que viven en este jardín de infancia uno no sale indemne...sino más bien impregnado de la atmósfera particular que allí reina, de la cual podemos dar algunos ejemplos:

 

- Este jardín de infancia es un lugar consagrado a los niños, confeccionado a medida para ellos, concebido para adaptarse a su ritmo, acompañar sus emociones, acoger sus pulsiones, satisfacer sus necesidades…

 

Un lugar donde los niños son colaboradores de los adultos y los adultos, aliados de los niños. A estos adultos ni se les pasa por la imaginación, ni con el pretexto de que se tiene que manejar un grupo, apresurar el movimiento –para ir más rápido- , hacerle las cosas en lugar del niño… Adultos que no estimulan al niño o si lo hacen es indirectamente como sin querer, pero que están siempre disponibles para acompañar sus iniciativas y comentar sus descubrimientos.

 

- Los padres (¡vemos muchos papás!) son recibidos tal y como son, y tomados como tales…Incluso si la forma de educar a los niños en el jardín de infancia, difiere mucho de la que prevalece en casa.

 

Y también, los grupos de padres e hijos donde se ofrece a los padres la posibilidad de ver a sus hijos jugar libremente y donde se sorprenden al ver a sus hijos con otros ojos ...

 

- Gracias a estos niños que en un entorno humanizador se "pulen", se despliega ante nuestros ojos este proceso de "socialización primaria" guiados por adultos que encuentran las palabras adecuadas para contener las emociones, disipar un trastorno o hacer aceptar una regla.

 

Como actúa Mari para hacer comprender a ese niño –sin tan siquiera tocar su mano para detenerlo- que no está permitido jugar con el grifo... "sin pronunciar un "no" categórico, sin entrar en una relación de fuerza, sin tomar la insistencia del niño a seguir manipulando el grifo como una resistencia a obedecerla, como si quisiera desafiarla personalmente… Como, al contrario, mostrará al niño una especie de de confianza tranquilizadora…

 

En un lugar "donde nunca se tiene que aceptar que la lógica y las obligaciones de lo colectivo se imponen sobre las necesidades particulares de cada individuo."

 

- Con entrevistas a las "cuidadoras" que con sensibilidad y autenticidad hablan de su trabajo, sus relaciones con estos niños, sus padres, de su función como "persona de referencia", de la adaptación ... y del marco institucional, del trabajo en equipo que permite y apoya esta actitud, esta disponibilidad psíquica y que les protege, como Myriam David dice en la película, "de sus proyecciones personales para desarrollar todo lo que es empático".

 

Estos comentarios tan sutiles de Bernard Martino y el contenido de estas múltiples secuencias de la vida cotidiana, suficientemente largas como para poder entrar en estos momentos de vida, sin duda harán de esta película una valiosa herramienta educativa para todos los que buscamos transmitir esta filosofía pikleriana.

 

Sin embargo, esta película no se dirige sólo a los profesionales, sino también a todos los que están implicados en la "educación" de los niños.

 

La primera proyección pública de esta película tuvo lugar en París el 17de mayo del año 2014 a la que asistieron Zsuzsa Libertiny y varios profesores del jardín de infancia.

 

La película, actualmente en francés, se traducirá al húngaro, por supuesto, para permitir la difusión a los padres del jardín de infancia (que serán obsequiados con un DVD de la película) y al resto del país.

 

La versión alemana está pendiente de realización gracias a la financiación de la asociación alemana, en forma de compra antes de la publicación del DVD.

 

Las versiones en otros idiomas se podrían lograr con el mismo método de financiación en vistas a la distribución internacional.

 

Traducción:

 

Melina Bronfman, Carme Valverde, Azucena Linares Gomez